En una empresa dedicada al tratamiento de pieles, como hacemos en Timbrados Elda, se trabaja con un gran número de tejidos para poder ofrecer un amplio abanico de opciones para todos los clientes.
En este artículo vamos a hablaros de algunos de los procesos que hay que llevar a cabo para conseguir la mejor piel, aunque no todas las pieles pasan por el mismo proceso.
Procesos que intervienen en el tratamiento de las pieles
En muchos casos, la piel pasa por un complejo proceso para poder eliminar el agua mediante un tratamiento de sal, para su conservación, un proceso que suele ser bastante largo y que dura aproximadamente dos meses.
Posteriormente se recortan las partes inservibles de las pieles y, si no se van a utilizar de manera inmediata, se acondicionarán las pieles para poder conservarlas. La grasa que puede estar adherida en la parte interior de la piel, así como pequeños restos de carne, se separan tras meter la piel en una máquina descamadora, la cual tiene cilindros con cuchillas que hacen esa labor.
La pelambre es una operación que consiste en remojar y lavar la piel durante 24 horas, donde el pelo es eliminado, la piel se hincha y abre sus fibras, permitiendo que ingresen los productos químicos que se usarán posteriormente.
El siguiente paso es el curtido, proceso con el fin de impedir la putrefacción del cuero y mejorar sus propiedades, asegurando su estabilidad.
Después viene el escurrido para hacer que la piel se deshidrate hasta cierto punto. Con el rebajado se deja la piel a un calibre específico, posteriormente, pasa al proceso de dividido y descame y después se pasa al proceso de recurtido y teñido, para darle unas propiedades y un color específico.
Tras todos estos pasos, llega el secado, luego el ablandado para devolverle el aspecto natural a la piel y un proceso llamado pintado, con el que dar el color deseado a la piel elegida.