Hoy en día existe una gran cantidad de calzado y entre ellos, los zapatos de cuero son unos de los más usados en todo el mundo, tanto por hombres como por mujeres. Actualmente son algo muy común, pero… ¿Cuál fue su origen?
Los orígenes del zapato de cuero
La fabricación del calzado de cuero se remonta a muchos siglos atrás, como por ejemplo en la época del Imperio Romano, donde se trabajaban los primeros calzados de forma artesanal. Anteriormente podríamos hablar de bolsas para los pies, las cuales eran rellenas con hierbas para que no molestasen las piedras ni otras imperfecciones del terreno cuando se caminase
Al principio se trataban de sandalias, aunque en los países nórdicos, éstas eran inútiles por el frío y se hacían botas cerradas con piel, cuero y cordajes, siendo de gran resistencia. En la edad media los zapatos eran fabricados con colgajos o telas alternadas para la protección de la piel.
No sería hasta la llegada del siglo XVII cuando la mayoría de los zapatos se cosían, aunque eran algo exclusivo para la nobleza y personas acaudaladas que podían pagar el favor del zapatero para que les crease una obra de arte única.
El proceso tenía unos pasos bastante similares a los de hoy en día, comenzando por la selección de pieles, cortado, rebajado de la piel, guarnecido, montado y encajillado. Todo ello formaba parte de un proceso artesanal en el que apenas se usaba tecnología moderna, pudiendo hacerse en un pequeño taller familiar.
Con la llegada de la era industrial y los avances tecnológicos así como unas notables mejoras en cuanto al tratamiento de la piel, el calzado ha ido mejorando notablemente y actualmente podemos encontrar zapatos de cuero de gran calidad y con un buen diseño, el abanico de precios también es notable, aunque unos buenos zapatos no suelen ser demasiado baratos.