Aunque el calzado de piel está fabricado para durar mucho tiempo, debemos prestarle una serie de cuidados para que sea así. Cuidar los zapatos de piel para evitar que aspectos como la lluvia les afecte no es difícil, por ello, queremos compartir contigo algunos útiles consejos para hacer que tus zapatos tengan una larga vida útil.
Cuida tus zapatos de piel de la lluvia
El agua puede llegar a estropear la piel de unos zapatos, sobre todo cuando ha llovido bastante y no nos preocupamos por el calzado. Por ello, si se nos han mojado por la lluvia, hemos metido el pie en un charco o nos ha salpicado un coche, por ejemplo, lo primero que debemos hacer al llegar a casa es secarlos correctamente.
Cuando los sequemos, no hay que hacerlo con el secador porque da demasiado calor y podría llegar a cuartear la piel. Lo que hay que hacer es secarlos directamente con una toalla o un paño de algodón y dejarlos a una distancia prudencial de una fuente de calor, solo para que seque al máximo el exterior de la piel. En el interior podemos meter papeles de periódico y cuando esté seco, dejaremos la horma del zapato en el interior para que no queden deformados.
Una vez estén secos, no hay que olvidarse de darles una buena capa de betún o grasa de caballo, siempre dependiendo de las recomendaciones del fabricante y de la clase de piel de la que esté hecha el calzado.
Otra opción que hay actualmente es la posibilidad de impermeabilizar el calzado. En el mercado existen productos hidrorrepelentes en spray que permiten que cuando les caiga el agua a los zapatos, resbale y no afecte a la piel. Esto es algo ideal para toda clase de pieles, sobre todo ante y nobuck entre otras.
Si el calzado es de ante, hay que cepillarlo con frecuencia, siempre en la misma dirección y con un cepillo de cerda de dureza media (no metálico) esto hará que no se acumule polvo y que en caso de mojarse los zapatos no se forme una especie de pasta desagradable.